La empresa extremeña de transportes Leda ha hecho público un comunicado en el que pedía perdón a sus clientes después de que uno de los autobuses de su flota saliera puntual desde su lugar de origen. “Estamos estudiando lo sucedido, jamás pensamos que pudiera ocurrir algo así. Sentimos el desconcierto. Seguro que no volverá a ocurrir”.

Acostumbrados a las habituales modificaciones espontáneas de los horarios, varios pasajeros se quedaron en tierra y completamente atónitos. “Quién se iba a imaginar esto, tanto tiempo siendo escrupulosos con las preceptivas demoras y ahora de repente cumplen con los tiempos establecidos sin avisar. Yo me quedé haciendo unos recados y llegué a y diez, como hago siempre, y mi sorpresa fue que esta vez no es que no hubiera llegado aún el autobús, sino que ¡ya se había ido!” La ventanilla de la compañía aglomeró a un gran número de usuarios que pedían explicaciones a los encargados de la empresa.

Entre quienes sufrieron el desconcierto están los que llegaron a su destino con antelación y se sintieron algo desubicados al contar con 15 minutos de margen. “Fue una sensación extraña, no supe reaccionar, cuando me bajé del bus y me di cuenta de la hora, me quedé bloqueado mirando al reloj completamente abstraído, y hasta que no pasó un cuarto de hora más o menos no seguí mi camino y salí de la estación”.

El conductor, recién contratado por la compañía, aseguró haber cumplido estrictamente con el protocolo habitual y se siente algo consternado por la repercusión de la noticia. “Yo me eché mis dos cigarritos, tomé mi café mañanero, le cambié el agua al canario, le tiré los trastos a la chica de la limpieza, revisé en el periódico los resultados de la Champions, conté un par de chistes a los chóferes de otras líneas y me pasee con parsimonia por las instalaciones. Lo que viene siendo el proceder cotidiano, según me comentaron”, explicaba.

Todo apunta a que el desfase se debió a que instantes antes de la hora de partida dejó ir entrando progresivamente a los pasajeros en vez de esperar a que se acumulen en la puerta, con el consiguiente tapón que se forma a la entrada. “Mientras la menopáusica se tiene que quitar dos capas de abrigo quejándose del calor, otro elige su plaza calculando la posición del sol en el trayecto, otros se afanan en colocar maletas enormes en el compartimento superior hasta que se dan cuenta de que no es momento de desafiar las leyes de la física y entonces toman asiento… no salimos hasta las mil”.

Uno de los trabajadores veteranos de la empresa quiso quitarle hierro al asunto y restó importancia al incidente. “Es novato, es normal algo así al principio, pero cuando lleve varios viajes a sus espaldas, ya verás cómo se lo toma con más calma y no se repite esto más”, declaró.

Por otro lado, ante el aluvión de mensajes recibidos de usuarios intrigados por el significado del logo que decora los laterales de la carrocería de los autobuses, Leda ha optado por elegir un nuevo diseño más reconocible que a la vez represente fielmente las características de su servicio (tal y como se muestra en la imagen que acompaña a esta información).