La Federación Española de Diabetes (FEDE) ha añadido al café La Galería de Badajoz en su ranking de establecimientos en el punto de mira por el carácter altamente adictivo de sus tartas, que provoca un consumo abundante de azúcar.
Desde la empresa se defienden con el argumento de que avisan a sus clientes de los peligros de la ingestión de los productos al ponerles nombres como ‘muerte por chocolate’. “De momento lo único que ha pasado por aquí es que hemos escuchado algún ombligo saltar por las mesas, pero en ese tipo de negocios son cosas normales”, explican desde la empresa.
Por su parte, los clientes defienden a La Galería: “La clasificación de la FEDE no se ajusta a la realidad, la mejor manera de reducir el consumo de azúcar es venir aquí; después de una merienda de estas te pasas dos semanas sin comer ni un caramelo de lo empalagado que quedas“, afirma uno de los consumidores a la salida del local, mientras se afana en hacerle un agujero extra a la hebilla de su cinturón.
Desde la empresa han querido salir al paso de las acusaciones que apuntaban al uso de publicidad subliminal y mensajes encriptados para instigar al consumo de tartas y pasteles. “Somos un negocio comprometido con la cultura y solemos hacer exposiciones de cuadros, poner en la mesa un libro de Dulce Chacón al traer las bebidas no es ningún intento de incitación a nada más que a la lectura”.
Para evitar suspicacias han eliminado también de la entrada el cartel de ‘Sweet home’ y suprimido de la selección musical la versión extendida de ‘Sugar, sugar, oh, honey, honey’, de The Archies, así como censurado con un pitido el grito de guerra de ‘asúcar’ en la gala homenaje a Celia Cruz que los televisores del local suelen emitir en bucle.
Han decido, además, quitar una fotografía firmada por las Azúcar Moreno que colgaba de las paredes del establecimiento y colocar en su lugar una de Karina, realizando un juego de palabras con su nombre para que figure ‘Sa-Karina’.
Por otro lado, La Galería ha anunciado que el motivo por el que han puesto un vigilante de seguridad y un detector de metales en la entrada es porque algunos clientes no encajaban con mucho agrado que se agoten las existencias de la tarta de zanahoria. “Hemos tenido que blindar el acceso a la cocina y escoltar con agentes especiales a nuestro obrador”.
Larga vida a La Galería, que todo lo que hacen está de ‘muelte’ XD XD XD