Aprobada la construcción de un nuevo Cubo y su demolición en 2019

El Ayuntamiento de Badajoz ha sacado a licitación y adjudicado el proyecto del nuevo Cubo  «porque sin él los plenos municipales no son lo mismo», anunciaron en nota de prensa. Esta infraestructura, que tiene fecha de demolición prevista para 2019, ha sido respaldada unánimemente por todos los grupos políticos que manifestaron que la instalación será de usos múltiples: arma arrojadiza en campaña electoral, cortina de humo para distraer sobre otros chanchullos y comodín mediático, entre otros.

Ningún partido fue capaz de resolver el rompecabezas del particular Cubo de Rubik de la ciudad por más que le dieron vueltas al asunto y «ahora estamos otra vez picados».

«Estábamos enganchados al Cubo, luego nos aburrimos y ahora nos ha entrado la fiebre otra vez, echar una partida al Candy Crush en las sesiones plenarias o buscar Pokémon por el Consistorio está bien, pero el Cubo era más entretenido», destacan desde el equipo de gobierno.

El concejal de urbanismo realizó una exposición técnica de las más que convincentes razones para aprobar la construcción del nuevo edificio. «Estaba de cerveceo con el concejal de deportes en la Plaza Alta y me espetó un ‘no hay huevos de construir otro cubo‘, y los políticos somos gente comprometida».

Pese a las críticas, que no se han hecho esperar desde diversos frentes, el Ayuntamiento defiende su aprobación. «El sector de la construcción le ha dado mucho a nuestro partido y hay que echarle un cable porque está muy parado. Además, vamos a crear puestos de trabajo para la construcción y la demolición, son todo ventajas».

Desde el punto de vista estético, el alcalde advierte que un edificio «que duele a la vista como este ayuda a que la Alcazaba gane en belleza por comparación y así lucirá más. Se trata de una maniobra urbanística para poner en valor nuestro patrimonio arquitectónico». Se está diseñando un mural para la fachada que simule las murallas para no «espantar al personal, porque es muy salao, pero bonito, no».

El edificio estará a disposición de la Universidad durante dos años, en los que se habilitará como zona de mus y tute, para ejercitar la mente de los estudiantes y potenciar las relaciones personales, «que tanto móvil atonta», aseveran desde el Consistorio.

«Eso siempre que el dinero llegue a tiempo de algún sitio, no nos metan en chuflas de juicios o nos monten un piquete en la zona. En todo caso, si se retrasa la construcción más allá de 2019, hemos decidido ahorrar gastos manteniendo en la zona las excavadoras para proceder a su demolición el mismo día de la inauguración».