La incógnita parece resuelta. Tras años de infructuosas investigaciones y estudios de mercado que no aclaraban las motivaciones de los clientes pacenses, los gerentes del Cine Conquistadores han tenido en los últimos días una importante revelación acerca de la razón por la que sus salas suelen contar con tan pocos espectadores. “Hemos bajado los precios como experimento y las colas llegaban hasta la rotonda del Puente Real. Tras horas interpretando esta situación, mis asesores me han confirmado que la conclusión es moderadamente fiable; la gente no viene porque es muy caro”, explican en un comunicado.

Los 7,50 euros que cuesta la tarifa normal convierten a Badajoz en una de las ciudades donde las entradas para presenciar una película es más alto. Varios bancos han visto una oportunidad de negocio en esta coyuntura y han ubicado a comerciales en las puertas de las instalaciones para ofrecer microcréditos a los derrochadores que opten por ir al cine: “Es ideal para quienes deciden poner en peligro su economía doméstica al acudir en familia un fin de semana a ver un estreno”.

Muchos padres consideran más rentable hacer este dispendio que tener que pagar sesiones de terapeutas o psicólogos para sobrellevar los efectos del chantaje infantil por no llevarles a ver la película de moda. “Imagínate lo que tiene que ser una casa con varios niños pequeños desesperados porque no les llevan a ver Frozen. Uno paga lo que sea para evitar eso, y ahí entramos nosotros. Se puede devolver en seis cómodos plazos, al 15% de interés y regalamos un bote de refresco, de los pequeños. Es una oportunidad única”, destaca uno de los promotores.

“Es nuestro aniversario juntos y hemos querido recordar la primera cita en la que para impresionarla la invité al cine. Vamos a tener la sala para nosotros solos porque he tirado la casa por la ventana y vamos a ver la de Zipi y Zape… ¡¡en 3D, nada menos!!”, comentaba un espectador orgulloso al tiempo que miraba con cierto arrepentimiento su cartera vacía. “Las chucherías las traemos de casa, que hay que pagar la hipoteca”.

Los gerentes del centro comercial han aprovechado la ocasión para justificar el precio de uno de los productos asociados tradicionalmente al séptimo arte. “Nuestras palomitas están realizadas a base de un maíz exclusivo importado de Perú, cultivado grano a grano, sazonadas con sal del Himalaya y aderezadas con un aceite dual arbequina y picual que aporta esos matices añejos, que no rancios”.

Sin embargo, parece ser que el paladar de los pacenses no está preparado para apreciar un manjar de esas características, por ese motivo, las palomitas del fondo de la máquina han sido incluidas en el registro del régimen general de protección del Patrimonio Histórico, ya que llevan ahí desde que se inauguró el cine.