Ha sido una ceremonia muy íntima, tanto que no ha ido ningún familiar y amigo para no tener que coincidir y evitar así rencillas innecesarias. “Es raro casarse sin tus allegados, pero la que nos podían haber liado era chica. Hemos tenido que pagarle una litrona a un mendigo para que estuviera presente y ejerciese de testigo“, declaraba la esposa instantes posteriores a la celebración.

El marido contaba a la salida del Ayuntamiento que la concejal, algo sorprendida por esta unión, modificó  involuntariamente el discurso habitual en estos enlaces: “En el apartado final en el que dicen que si aceptas ser el cónyuge de ella, realmente me preguntó: ‘¿En serio quieres ser su marido, sabes que es bellotera, no?'”. La novia, por su parte, desveló que la idea era casarse por la Iglesia, pero que “no iba a venir ni Dios y era una tontería. Además, el párroco nos dijo que no aprobaba la relación, que las peras tenían que estar con peras y no con manzanas; y una bellota con un romano era una aberración fruto del pecado”.

Ambos explicaron que conocen de sobra las dificultades, pero que llevan mucho tiempo preparándose para ello. “Estamos en un programa experimental de terapia de pareja y hemos alcanzado el nivel Samadhi en yoga. Decidimos también poner fotos de mis abuelos, que eran de Fuente del Maestre, y de los suyos, que eran de Castuera, en la nevera para recordar que no tenemos sangre 100% emeritense y pacense; durante algunas discusiones ayuda a mitigar la ira. Además, hay por ahí algún tío abuelo de Móstoles y una prima segunda de Cuenca, que también destensiona en las peleas. No es fácil, pero nos queremos mucho”, declaraba ilusionado.

“Siempre ha sido muy rebelde, le gustaba ir a contracorriente y tenernos a todos en un sinvivir, pero esto es demasiado. Ya se podía haberse ido con un traficante de armas, con alguien de la mafia o incluso con un político, ¡fíjate lo que te digo!, pero con un pecholata… Qué disgusto más grande”, se lamentaba su padre, que ya ha contratado los servicios de un notario para eliminar a su hija del reparto de la herencia. “Yo me llevo lo poco que tengo a la tumba, ni muerto permito que mi dinero se lo funda un romano”, añadía.

Varias productoras de cine alternativo de la región se han interesado por esta historia de amor incondicional, para adaptar el clásico Romeo y Julieta, que consistirá en colocar cámaras en el domicilio de la pareja y grabar en plano secuencia la tragedia de la convivencia. Ya hay título para la reedición extremeña de la obra de Shakespeare, será ‘Romaneo y Bellotieta, la batalla por la tierra media’.

La primera gran decisión de la pareja será elegir la ubicación de la residencia conyugal. “Será en Lobón o en Guadajira, por desgracia no existe un punto exacto equidistante a Mérida y Badajoz, en suelo urbanizable, quiero decir, porque lo de construir una casa en medio de la carretera de momento lo descartamos”.